miércoles, 1 de octubre de 2014

¿Qué ha sido de... Algunos hombres de Wenger (I): Luis Boa Morte?


Ayer martes el técnico francés Arsène Wenger cumplía su mayoría de edad al frente del Arsenal. Como en el 'Show de Truman' o en la muy recomendable 'Boyhood', todos los que amamos el fútbol internacional hemos podido seguir su evolución a través de las cámaras. Alegrías y sinsabores, rumores de salida a otros clubes, fichajes más o menos acertados...

En estos últimos nos vamos a detener para dar forma a la sección durante algunas semanas, si bien me resulta imposible abarcar todos los nombres que me gustaría pues hay material para escribir no ya una serie de posts sino un libro entero. Para comenzar un rostro conocido, un jugador que descubrió que podía hacerse carrera en la Premier más allá de los 'gunners'.

Sin embargo Boa Morte siempre deberá estar agradecido al preparador galo por ser el encargado de importarle a Inglaterra procedente del Sporting de Portugal, de cuya cantera había salido años antes. La operación, si bien las cifras varían en función de las fuentes consultadas, rondó los dos millones de euros y resultó poco provechosa. En solo un par campañas, el luso acabaría marchándose por poco más de la sexta parte al Southampton.

No fue un traslado acertado y, sin apenas opciones, el jugador fue prestado al Fulham solo un verano después con opción de compra. La ejercieron los capitalinos y fue así como empezaría su trayecto con una entidad a la que legó más de ciento cincuenta partidos. No solo eso, en Craven Cottage consiguió revalorizarse hasta el punto de ser vendido en invierno del 2007 por casi el triple de lo que fue comprado.

El encargado de desembolsar el pago fue otro equipo de la ciudad, el West Ham. Acostumbrado a las relaciones de larga duración, Boa Morte acabó vistiendo la elástica 'Hammer' durante cuatro cursos en los que incluso afrontó una lesión de larga duración que se produjo durante un amistoso en tierras asiáticas. 

Finalmente, cansado de la 'City' tras años de leal servicio, decidió poner tierra de por medio y emprender una experiencia a nivel más bajo. Lo hizo aceptando una propuesta de Chris Coleman, que por entonces entrenaba al Larissa griego. Los problemas económicos hicieron que apenas siete partidos después dejase el territorio heleno para marcharse al Orlando Pirates. 

Comenzó entonces un tour para seguir jugando a un nivel digno. Primero probó con el Toronto FC y posteriormente con el Portsmouth antes de acabar firmando por el Chesterfield gracias a la intercesión del que fuera su compañero Mark Crossley. La vinculación duró apenas unos meses y a la finalización de la misma, el extremo comenzó a pensar que el fútbol se había acabado.

Pasó entonces a dejarse ver por duelos de bajo nivel como el amistoso que midió a los amigos de Figo con el Anzoátegui venezolano. Allí, eso sí, dejó un ortodoxo penalti con bicicleta incluida que puede ser consultado en Youtube. Lo último que se sabe de él es que llegó a firmar con el Four Marks de la liga de Hampshire y que alternaba esa faceta con su trabajo como entrenador de chavales en las inferiores del Fulham. 

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